jueves, 13 de marzo de 2008

SOLEDAD Y AISLAMIENTO SOCIAL

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Soledad: Según http://buscon.rae.es/draeI/ (Del lat. solĭtas, -ātis). 1. f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
Aislamiento.

1. m. Acción y efecto de aislar. 2. m. Sistema o dispositivo que impide la transmisión de la electricidad, el calor, el sonido, etc. 3. m. Incomunicación, desamparo. ...

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Pensábamos con los amigos, en el espacio “De filias y de fobias”, a la soledad como modo elegido (como una filia) en el que uno se encuentra con otro al mirarse adentro, en el que uno no está solo sino que en soledad con uno mismo y en relación con otro que hemos incluido. Así, en relación con la alteridad podemos estar en soledad y no estar aislados; en el sentido de la organización de nuestra existencia de un modo angustioso, no pudiendo relacionarnos sino aislarnos de las relaciones sociales (como una fobia), donde los afectos nos inundan hasta paralizarnos. Esto es el aislamiento. En cambio podemos sentir, en relación a los signos miedo o temores por ejemplo, que algo nos paraliza de miedo, que nos dimos un “¡cagazo pampa!” y no por eso tener una fobia. El miedo puede ser transitorio, nos aparece como defensa necesaria en determinado momento, la fobia organiza la existencia como único modo. Por eso elegimos (como filia) pensar junto a García Márquez…

... La soledad de América Latina

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[Discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura 1982 -fragmento]Gabriel García Márquez ...
“…Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad…No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad...”.
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Hasta la próxima y gracias por su atención. Martín Olcese 0342-156 108594 martinolcese@hotmail.com

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